San Francisco en Pamplona, con el hermano lobo. |
En esta escultura se pueden apreciar los detalles de los estigmas en la manos, pies y costado de San Francisco de Asís.
Una leyenda en la base de la columna recuerda la fecha de remodelación del monumento: «Navarra a San Francisco de Asís. 1993». Ramón Arcaya es un artista navarro que a lo largo de sus años de aprendizaje asimiló múltiples influencias, tanto de la escultura renacentista italiana, como de los artistas franceses de finales del siglo XIX y comienzos del XX. El resultado es una obra expresada mediante un realismo clásico al que se une en ocasiones un tímido expresivismo.
El Escultor ha realizado numerosas colaboraciones con el arquitecto Pamplonés Víctor Eusa. En 1926, tres frailes franciscanos solicitaron que en la plaza de San Francisco, «en el lugar que se encuentra la estatua de la diosa Ceres frente a las Escuelas Municipales, se permitiera erigir un monumento a San Francisco de Asís en recuerdo de la paz que trajo un día a Pamplona». En aquel momento el espacio era ocupado por la escultura en honor a la Beneficencia, conocida popularmente desde principios de siglo como la «Mari-Blanca».
En 1927, después de trasladarse la imagen de la Beneficencia a la Taconera, se levantó en su lugar el monumento dedicado a San Francisco de Asís para conmemorar el VII Centenario de su muerte. El acto de inauguración tuvo lugar el 25 de septiembre de 1927 en presencia del Presidente del Consejo de Ministros, General Primo de Rivera, quien descubrió la imagen del santo en una ceremonia que contó con la bendición del obispo Mateo Múgica y el discurso del canónigo de Zaragoza Santiago Guallar.
texto de José Javier Azanza López
Bajo relieve que representa la pacificación de los burgos por parte de San Francisco de Asis |
Según la tradición, San Francisco de Asís viajó hasta Santiago de Compostela en peregrinación en 1213. Eran tiempos de inestabilidad en los reinos y ciudades por los que pasaba. Se empleó a fondo para instar a los burgos de San Cernin y de San Nicolás para que finalizaran las beligerancias entre ellos.
En este bajo relieve se puede observar la acción pacificadora de San Francisco, frente a dos capitanes de los burgos, los cuales, con pose humillada, se estrechan las manos teniendo las espadas enfundadas, así como sus tropas con las cabezas inclinadas y las lanzas apoyadas en tierra y ligeramente inclinadas.
LOADO SEAS MI SEÑOR
Loado seas mi Señor
San Francisco de Asis
(Versión de León Felipe)
Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor,
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;
tan sólo tú eres digno de toda bendición,
y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;
tan sólo tú eres digno de toda bendición,
y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.
Loado seas por toda criatura, mi Señor,
y en especial loado por el hermano sol,
que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor,
y lleva por los cielos noticia de su autor.
y en especial loado por el hermano sol,
que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor,
y lleva por los cielos noticia de su autor.
Y por la hermana luna, de blanca luz menor,
y las estrellas claras, que tu poder creó,
tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!
y las estrellas claras, que tu poder creó,
tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!
Y por la hermana agua, preciosa en su candor,
que es útil, casta, humilde: ¡loado, mi Señor!
Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol,
y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado mi Señor!
que es útil, casta, humilde: ¡loado, mi Señor!
Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol,
y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado mi Señor!
Y por la hermana tierra, que es toda bendición,
la hermana madre tierra, que da en toda ocasión
las hierbas y los frutos y flores de color,
y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!
la hermana madre tierra, que da en toda ocasión
las hierbas y los frutos y flores de color,
y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!
Y por los que perdonan y aguantan por tu amor
los males corporales y la tribulación:
¡felices los que sufren en paz con el dolor,
porque les llega el tiempo de la consolación!
¡felices los que sufren en paz con el dolor,
porque les llega el tiempo de la consolación!
Y por la hermana muerte: ¡loado, mi Señor!
Ningún viviente escapa de su persecución;
¡ay si en pecado grave sorprende al pecador!
¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!
Ningún viviente escapa de su persecución;
¡ay si en pecado grave sorprende al pecador!
¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!
¡No probarán la muerte de la condenación!
Servidle con ternura y humilde corazón.
Agradeced sus dones, cantad su creación.
Las criaturas todas, load a mi Señor. Amén.
Servidle con ternura y humilde corazón.
Agradeced sus dones, cantad su creación.
Las criaturas todas, load a mi Señor. Amén.
Escudos heráldicos de los laterales de la escultura.
Escultura de Neptuno Niño en la Plaza del Consejo
Esta escultura, así como su fuente, es una obra de Luis Paret (1788). Representa a Neptuno niño. Este monumento conmemora la traída de aguas mediante un sistema canalizado. El manantial era el de Subiza.
En este lugar, entre la calle Zapatería y la calle Nueva, se encontraba el Consejo Real y las mazmorras del Reyno.
Entra sin miedo al Palacio de Guendulain, indica previamente al recepcionista que deseas ver la carroza y los automóviles clásicos que se encuentran en el interior del palacio.
Sobre el caché
Está en las coordenadas indicadas.
Sé discreto.
Lleva bolígrafo.
Podría ser magnético, pero no lo es, al menos de momento.
Avisa por teléfono al 010 del Ayuntamiento de Pamplona, o bien deja tu mensaje en Twitter @010_Pamplona si observas que su estado de conservación es mejorable.
Te sorprenderás lo bien que te atenderán y lo rápido en atender tus sugerencias.
Información ampliada en http://jcgeocacher.blogspot.com.es/2013/09/escultura-de-san-francisco-esculturas.html
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