sábado, 28 de septiembre de 2013

Monumento al fundador de Pamplona. Esculturas de Pamplona V


Monumento al fundador de Pamplona: Pompeyo

Material: Planchas de hierro batido de color negro, cemento blanco.
Instalación: 31 de diciembre de 1992
Ubicación: Rotonda de la plaza de Juan XXIII.


Conjunto escultórico compuesto por un monolito de cemento blanco de ocho metros de altura, en cuya cara sur se despliega un grabado de carácter simbólico alusivo a la ciudad de Pamplona. A su cara norte se adosa un torso trabajado en hierro batido que representa al general Pompeyo, concebido en un lenguaje figurativo al que no resultan ajenos los ecos de la escultura organicista.
José Antonio Eslava es un artista polifacético, capaz de expresarse con éxito en las más variadas disciplinas artísticas como son la pintura, el grabado, la escultura, el diseño de joyas o la ejecución de vidrieras. Dentro de su fecundo universo creador, el interés por la escultura pública se intensifica a partir de la década de 1980. En estas obras públicas, el artista trabaja con innegable magisterio en diferentes materiales como bronce, mármol, piedra o cemento y con diferentes expresiones. Eslava posee una formación clasicista y parte por tanto de unos principios figurativos, pero realiza su propia interpretación personal que aleja su producción del puro realismo.Con influencias del organicismo escultórico presente en artistas como Brancusi, Arp o Moore, produce este monumento a Pompeyo Graco, general romano fundador de la ciudad, en el que Eslava huye de la representación de una imagen clásica, y opta por la combinación entre tradición y modernidad. A propuesta de la concejal Teresa Moreno, la idea de dedicar un monumento a la figura de Pompeyo fue aprobada por el alcalde de Pamplona, Alfredo Jaime, el 5 de agosto de 1992, una vez conocido el boceto preparado por José Antonio Eslava.
Texto de José Javier Azanza López


 La fundación de Pompaelo
Dada la cierta altura y rodeada por el río Arga, la aldea de vascones que estaba ubicada en la actual Pamplona, permitía una fácil defensa con la única necesidad de construir un tramo de murallas en uno de sus flancos. Las fértiles tierras que rodeaban a Pompaelo permitían obtener una serie de apreciados recursos y su situación en el paso entre la península y el resto del continente la convertían en un enclave estratégico. Bajo el dominio de Roma, el año 75 A.C. el general Cneo Pompeyo Magno convirtió el poblado de vacones en la civitas de Pompaelo. Esta pequeña ciudad con posible fortificación, fue construida por los legionarios romanos, se edificó según el modelo urbanístico romano y jugó una función de enlace estratégico entre la península, junto con el resto del Imperio.
La distribución urbana de la civitas era la típica romana, con el foro en la mitad del entramado urbano. Tenía termas y otros servicios que fueron destruidos a pesar de la movilización ciudadana.
Pompaelo llegó a convertirse en la ciudad principal de los vascones tal y como menciona Estrabón:
...después, por encima de la Lacetania, en dirección al Norte, está la nación de los vascones, que tiene por ciudad principal a Pompelon.
Las relaciones entre los vascones y los romanos fueron buenas, al menos no fueron beligerantes. De hecho, queda constancia de que varios vascones fueron condecorados por su colaboración con el ejército romano.




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