sábado, 12 de octubre de 2013

La Taconera II. Esculturas de Pamplona VII

La Taconera II - Monumento a Julián Gayarre y otros

De la serie Esculturas de Pamplona


Seguimos dando un paseo por el parque de la Taconera.


En esta ocasión vamos a detenernos en el Monumento al tenor Julián Gayarre, la Mariblanca (escultura alegórica que representa la diosa Fortuna). También incluyo varios detalles interesantes, así como el monumento a Hilarión Eslava.



MONUMENTO A JULIAN GAYARRE



Monumento al tenor Julián Gayarre






Monumento al tenor Julián Gayarre, detalle.

Monumento al tenor Julián Gayarre, detalle.

Monumento al tenor Julián Gayarre, detalle.


Monumento al tenor Julián Gayarre, detalle.
Consta de una linterna inferior, cuya parte baja recorre una taza de fuente, decorada por catorce figuras esculpidas en relieve que simbolizan la glorificación de la carrera del tenor roncalés y el sentimiento de dolor que causó su muerte. A las figuras se añaden los escudos de Navarra en la parte frontal de la linterna, y el del Roncal en la parte posterior. Culmina el conjunto la estatua de Julián Gayarre, al que Orduna representa en su interpretación de la ópera ‘Los pescadores de Perlas’, del compositor francés Georges Bizet, en el Teatro Real de Madrid la noche del 8 de diciembre de 1889.
En 1947, el escultor roncalés Fructuoso Orduna recibió el encargo de la Diputación Foral para elaborar una escultura dedicada a Julián Gayarre (Roncal, 1844- Madrid, 1890), tenor de fama mundial, que inició su carrera musical en el Orfeón Pamplonés. La inauguración tuvo lugar en julio de 1950, con un ciclo de ópera en el Teatro Gayarre. 
Texto de José Javier Azanza López
Más información sobre Julián Gayarre



Monumento al tenor Julián Gayarre.





Monumento a Hilarión Eslava


El monumento está formado por una escalinata de mármol gris sobre la que se elevan varios cuerpos en forma de obelisco. En el primero figuran diversos elementos escultóricos: en la parte anterior, una matrona de mármol blanco que representa a Pamplona, apoyada sobre el escudo heráldico de la ciudad; en las caras laterales, sendos bajorrelieves que simbolizan el Ritmo, mediante dos mujeres iniciando una danza, y el Homenaje en actitud reverente a los pies del Arte, representados por una mujer postrada ante una figura tocando el violín; y en la cara posterior, dos figuras que sostienen el violín y el arco, y componen una alegoría musical en referencia al instrumento que dio fama e inmortalidad a Pablo Sarasate, a quien estuvo dedicado el monumento en origen. En el mes de marzo de 1964, el busto de Sarasate realizado por León Barrenechea, fue sustituido por el del músico y compositor burladés Hilarión Eslava, de facciones sumamente realistas con cejas enarcadas y frente arrugada, realizado por Juan Quevedo. El busto del violinista fue trasladado a la fachada del Conservatorio Superior de Música Pablo Sarasate, situado en la calle Aoiz.
Texto de José Javier Azanza López







Diosa de la Fortuna, o alegoría a la Beneficiencia o popularmente la Mari Blanca
La imagen, realizada en piedra labrada, representa una figura femenina, juvenil, vestida con elegante toga que sostiene un escudo, que contiene una representación solar, mientras que con la otra mano, toca la cabeza de un niño, que sostiene entre sus manos una paloma. A los pies de la joven reposa una cornucopia de cuya oquedad surgen frutos. Se trata, por lo tanto, de una representación alegórica de la Abundancia, con una iconografía adaptada al gusto academicista de finales del siglo XVIII. La presencia del niño con la paloma ha llevado a que la imagen se identifique también con la Beneficencia, idea muy propia de la mentalidad ilustrada del Setecientos. 
Su autor, el escultor burgalés, Julián San Martín, era entonces teniente director de escultura de la Academia y se encontraba, en aquella época, trabajando en la catedral de Pamplona. También es el autor del Neptuno niño que corona la fuente de la plaza del Consejo. La escultura es en realidad el remate superior de una de las cinco fuentes diseñadas por Luis Paret y Alcázar en 1788, por encargo del Ayuntamiento de Pamplona, para dotar de abastecimiento de aguas públicas a la capital navarra. La fuente permaneció en el centro de la plaza del Castillo hasta 1910, año en que se retiró para ser sustituida por un kiosco de madera. Volvería a la escena pública en 1913, aunque ahora en una nueva plaza, la de San Francisco. Allí se mantuvo hasta 1927, año en que fue reemplazada por una escultura de San Francisco de Asís, realizada por el escultor navarro Ramón Arcaya. Su nueva ubicación serían los jardines de la Taconera, donde actualmente se encuentra.
Texto de Ignacio Urricelqui

Recomendaciones si vas con niños:

En cualquiera de los dos torreones que están sobre el portal nuevo se puede hacer el experimento de la transmisión del sonido. Si un niño se coloca pegado mirando la esquina, y otro niño se coloca en la opuesta, el susurro más débil es suficiente para escucharlo por el otro. Efecto de la transmisión del sonido gracias a una superficie con forma de cúpula.






Monumento a Teobaldo I de Champaña

Estos arcos góticos proceden del monasterio ubicado en Marcilla, y que ha desaparecido. Se colocaron en este lugar en 1934 con el fin de conmemorar el VII centenario del Rey Teobaldo I.
Monumento a Teobaldo I de Champaña


Sobre el caché

Está en la coordenadas indicadas.
Lo vigila un pez.
En un murete de las escaleras.















Más información





No hay comentarios:

Publicar un comentario